Hoy, un mes después de la Dana, estaremos en el patio de los 38 colegios de la FESD, para demostrar nuestro cariño y cercanía con los que sufren esta tragedia. Estaremos juntos, desde la oración común, porque nos duele el sufrimiento de los otros, que son nuestros hermanos. Estaremos en silencio como señal de respeto y de cariño, de solidaridad y amor. Queremos ser corazón que late y se acerca a quienes han perdido a sus seres queridos, sus bienes materiales, y hasta la esperanza.